miércoles, 4 de octubre de 2017

La gamificación no contempla todos los objetivos de aprendizaje

La gamificación es altamente motivador para los alumnos y mejora el aprendizaje pero pueden quedar objetivos importantes de aprendizaje que no se puedan incorporar, que sean muy difíciles de incorporar o que le quite autenticidad a la actividad gamificada. Además incorporar un número excesivo de áreas diferentes (matemáticas, lenguas, …) en la gamificación debe suponer la pérdida de contenidos.

Una primera solución podría ser dedicar una hora a la semana durante todo el curso de cada área para trabajar conceptos y objetivos de aprendizaje que puedan quedar fuera de la gamificación. Al final del curso escolar, analizar y corregir temporización para el próximo curso. Consiste en combinar durante todo el curso la gamificación con una formación más tradicional que permita ir ajustando dinámicamente los objetivos de aprendizaje que no se adapten bien o que no quepan en la gamificación. En esa hora de formación más tradicional se pueden trabajar los déficits siguiendo los conceptos de Flipped Classroom, como es la preparación en casa de modo individual de los contenidos y trabajar en clase las dificultades de aprendizaje y los procedimientos.


Otra alternativa podría ser que la gamificación se realice durante una parte del curso escolar, por ejemplo un trimestre. La última parte del curso podría ser con una formación basada también en Flipped Classroom como en la primera solución. Al finalizar el curso, se analizan los objetivos conseguidos y no conseguidos y se rectifica en el próximo curso ajustando el tiempo para conseguir mejorar el equilibrio.

También se podría dividir el curso en bloques modulares y gamificar los módulos independientemente con su propia temporización y áreas implicadas, para aumentar la versatilidad y adaptarse mejor a los objetivos de aprendizaje de cada área.

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